Constitución de una peluquería unisex en el IUTAG Coro Estado Falcón
blog con la finalidad de dar a conocer nuestro trabajo de investigación realizado en nuestra propia clase de estudio IUTAG
sábado, 16 de marzo de 2024
viernes, 8 de abril de 2022
competencias investigativa

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO NÚCLEO CORO/ FALCÓN
INFORME
TEMA: LA
INVESTIGACIÓN EN VENEZUELA
Facilitadora:Dr. José González Poza
Autora:
Lcda. Camacho Karla CI. 20.207181
SANTA ANA DE CORO; ABRIL DE 2022
ÍNDICE
Portad…………………………………………………………………………….01
Índice……………………………………………………………………………..02
Desarrollo………………………………………………………………………...04
Nivel
de investigación en Venezuela……………………………………………04
Cultura
de investigación en Venezuela…………………………………………..07
Caracterización
del docente en Venezuela……………………………………….08
Redes
de comunicación de aprendizaje………………………………………....13
Factor
de visibilidad del trabajo científico……………………………………..15
Procesos
de investigativos y gerenciales en las organizaciones socio productiva.16
INTRODUCCIÓN
El desarrollo y fortalecimiento de
la investigación es vital para generar conocimientos en búsqueda de soluciones
a los problemas de nuestro entorno, para esto se requiere, en el caso
latinoamericano, la participación activa de la comunidad académica particularmente
de profesores y estudiantes, por ser las instituciones de educación superior el
principal centro de investigación en los países de la región; asimismo, es
indispensable el compromiso del Estado con la
investigación a través de la formulación, ejecución de políticas y apoyo
financiero como soporte a esta actividad.
Sin embargo, en los países
latinoamericanos y por ende en Venezuela, el desarrollo de la actividad
investigativa ha sido aletargado por diversos motivos, entre los cuales tenemos
una marcada desvinculación entre las investigaciones producidas y las
necesidades reales de la sociedad; la supremacía de la función
docente sobre la investigación como respuesta a la creciente demanda
estudiantil; la docencia no fundamentada en la investigación y una marcada
tendencia hacia la disminución del presupuesto asignado a las universidades
públicas para la investigación, asociada a una administración poco óptima de
los recursos otorgados.
Lo expuesto da cuenta de la notable desventaja de los países latinoamericanos
con relación a los países desarrollados, los cuales detentan la hegemonía en el
desarrollo y transferencia de conocimientos de punta. Por su parte, los
países de la región muestran resultados poco alentadores dados la escasa
cultura de investigación que históricamente los ha hecho dependientes de los
conocimientos producidos en otras latitudes. Al respecto sostiene Tûnnerman
(2002:172) que “el subdesarrollo científico-tecnológico es, a la vez causa y
consecuencia del subdesarrollo económico-social”.
Los países latinoamericanos se caracterizan fundamentalmente por la
diversidad cultural, económica, política y científico-tecnológica; no obstante,
tienen a la universidad como lugar común de generación de conocimientos y al
Estado como la principal fuente de financiamiento.
En el caso venezolano el Estado ha venido
promoviendo una política de apoyo a la investigación a través de la creación de
instituciones destinadas al diseño de políticas, planeamiento y promoción de la
investigación. A pesar de ello priva la ausencia de articulación entre las
políticas de Estado en materia de ciencia y tecnología con las políticas
internas de las universidades oficiales, en un contexto de crisis económica
acentuada desde la década de los ochenta, las cuales condicionan las relaciones
tensas pero necesarias entre ambos actores.
Las universidades oficiales venezolanas se
encuentran ante el reto de atender las diversas funciones que como
instituciones de educación superior le corresponden, sin que esto perjudique la
investigación como pilar fundamental de su misión, en un contexto de crisis
política, económica, social y cultural del país. La investigación
es un proceso complejo que requiere de una serie de condiciones a fin de que
sus productos se materialicen en beneficios sociales.
Nivel
investigativo en Venezuela
.
El poco
estructurado e interrelacionado sistema nacional de innovación de Venezuela
pasa por la peor de su crisis desde que se institucionalizó en Venezuela la
política de ciencia y tecnología. Todos los indicadores y estadísticas
disponibles revelan que Venezuela ha retrocedido a niveles alarmantes en
materia de desarrollo científico, tecnológico y en la generación de
innovaciones. Así lo revela la fuerte disminución en la publicación de
artículos científicos y el registro de patentes. Hoy en día Venezuela es uno de
los países más rezagados de América Latina y el Caribe en materia de producción
de ciencia y tecnología. En junio de 2014, la prestigiosa revista Nature
afirmaba que Venezuela era el único país en Suramérica que había reducido su
producción científica entre 2009 y 2013. Y agregaba que el promedio de
citaciones de los autores venezolanos es apenas el 60 por ciento del promedio
mundial1. Hoy observamos como de acuerdo con las cifras del
Observatorio Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación (ONCTI) ha crecido el
número de investigadores certificados pero se ha reducido el número de
publicaciones referenciadas en la Web of Science.
Para empeorar la situación, la crisis histórica que vive Venezuela
conforma un contexto país que estimula la emigración de nuestros mejores
talentos. Según el trabajo de Jaime Requena y Carlos Caputo (2016)2,
durante los últimos quince años han abandonado el país 1.512 científicos, 68%
con grado de Doctor o Ph.D. Ante el agravamiento de la crisis política y
económica que vive el país y el incremento de las renuncias a sus cargos de los
profesores universitarios e investigadores, todo apunta a que esta cifra
aumentará en 2017.
Detrás de esta realidad se encuentra una
política de ciencia, tecnología e innovación a todas luces equivocada. Durante
este ciclo político, iniciado en 1999, hemos tenido varias Leyes Orgánicas de
Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI), sin embargo, las experiencias de las
LOCTI 2001, 2005, 2010 y 2014 no han sido buenas. Las pocas cosas rescatables
provienen de la LOCTI 2005, pero esta no previó las desviaciones y las
distorsiones que surgieron en el uso de los aportes por parte de los
empresarios, ni la poca capacidad institucional de las universidades y centros
de investigación, ni las limitaciones que imponía el contexto país marcado por
un gobierno que se propuso como objetivo construir el socialismo del siglo XXI
y crear condiciones poco propicias para el fortalecimiento de los sectores
productivos, de las universidades y de los centros de investigación, incluyendo
a aquellos que controla directamente el poder ejecutivo.
En las recientes LOCTI 2010 y 2014
prevalece la ideología del gobierno de turno, se centralizan los recursos que
se captan en el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT) y
las prioridades se encuentran atadas al denominado Plan de la Patria. Es decir,
a la construcción del socialismo y al fortalecimiento del poder
popular-comunas. La LOCTI vigente está centralizada, es poco transparente en el
uso y rendición de cuentas, en la conformación de las comisiones evaluadoras,
diseñadoras de programas y prioridades de investigación; crea programas
casuísticos y sin continuidad y discrimina a las ciencias básicas y a la
investigación en ciencias sociales y humanidades. En los años 2015 y 2016 se
evidencian con fuerza los vicios de la actual LOCTI. La reciente convocatoria
de octubre 2016 excluye con fuerza a la investigación básica, y a la
investigación en las ciencias sociales y las áreas humanísticas. Mientras
tanto, los Consejos de Desarrollo Científico y Tecnológico (CDCHT) y
equivalentes de las universidades donde se genera la mayor parte de la
investigación del país, viven la peor de su crisis por el insuficiente
presupuesto que el gobierno nacional asigna. El cuadro que vive la ciencia, la
tecnología y la innovación en el país es verdaderamente dramático.
En medio del drama que se vive, la
Asamblea Nacional aprobó en primera discusión, el pasado mes de agosto del
corriente año, la reforma de la actual LOCTI. Valga decir que este proyecto de
reforma ha sido discutido con los actores del sistema nacional de innovación, y
producto de esa discusión se ha dado un amplio consenso sobre su contenido.
Esta reforma de la LOCTI es una esperanza que se asoma para tener un marco legal
adecuado y formular una nueva política de ciencia, tecnología e innovación, que
permita una exitosa inserción internacional del país en la globalización y en
la sociedad del conocimiento. Los investigadores, tecnólogos e innovadores
debemos estar atentos y participar en las discusiones públicas, previas a la
aprobación definitiva de dicha reforma. Esperamos igualmente que los poderes
Ejecutivo y Judicial no sean un obstáculo para concretar una reforma que
corrija los vicios de la actual LOCTI.
Cultura
investigativa en Venezuela
Las organizaciones educativas, en
Venezuela actualmente amplían su
función social, ya no solo trabajan por educar a los participantes, sino
también por el desarrollo profesional de los docentes en investigación para
proveerles de herramientas conceptuales, procedimentales y actitudinales
necesarias para analizar su entorno y construir conocimiento mediante la
práctica de metodologías orientadas bajo dos lecturas: una cuantificable y otra
humanista que permitan la investigación de paradigmas que genere una cultura
investigativa y promueva la producción científica de cada uno de los miembros
de la comunidad universitaria. En los programas de postgrado ofrecidos por las
universidades se basan en el desarrollo de capital intelectual fundamentados de
conocimientos competitivos en la investigación científica, dejando claro que en
los mismos se debe manejar el método científico, demostrando de esta manera una
cultura investigativa y una producción científica de docentes y participantes
del proceso educativo. Se hace necesario entender que la calidad de la
educación universitaria está íntimamente asociada con la práctica de la
investigación, teniendo como finalidad fomentar la cultura investigativa como
también la producción científica donde los docentes y participantes se agrupan
para desarrollar actitudes propiciando intercambios de saberes mediante
proyectos de investigación productivos acordes con las líneas de investigación
desarrolladas en el programa de postgrado. En otras palabras, los protagonistas
son los que deben hacer investigación, consumir investigación y utilizarla
pertinentemente en el desarrollo de los programas de postgrados. Aunque en la
actualidad, según leal (2009), “existe una ineficiente cultura investigativa
que no permite la producción científica por parte de los docentes y por ende de
los participantes”; en sentido contrario, los docentes necesitan tener
experiencia en investigación, para lograr el desarrollo científico de los
participantes en los cursos universitarios. En vista de lo planteado, según el
autor en Venezuela existe tal situación, sobre todo si se toma en cuenta que
una de las funciones fundamentales de las universidades es propiciar la
creación de nuevos conocimientos a través de la investigación científica,
tecnológica, humanística y social. Asimismo, esta función se ha convertido en
el centro de la evaluación de las universidades, sobre todo por los docentes y
participantes que carecen de una cultura investigativa, la cual se interpone en
el desarrollo de la producción científica dentro de los programas de postgrados
e investigación de las universidades privadas.
La
cultura investigativa que se promueve desde el aula de clase se fortalece y
sostiene a través de la promoción de investigadores que cultivan sus líneas de
investigación y concentran en torno a sí estudiantes aventajados, permitiendo
que los participantes se ubiquen en un nivel alto de investigación teniendo
como resultado la producción científica. Es necesario entender que la cultura
investigativa en los postgrados no le da paso a la producción científica, en la
actualidad se presume que la Universidad Católica Cecilio Acosta y Universidad
Rafael Urdaneta, carecen de docentes o tutores que conlleven a los
participantes a desarrollar la iniciativa e innovación, es decir, se orientan
por una sola corriente manejada por el tutor, omitiendo el punto de vista del
investigador, creando incertidumbre en el sujeto investigador limitando el
desarrollo de nuevos conocimientos. De igual forma, la producción científica
requiere de una verdadera difusión que permita a docentes y participantes el
conocimiento de normas o reglas para la publicación de sus trabajos
investigativos, o en su defecto artículos en revistas oficiales de las
universidades que prestan ese servicio. Pero al parecer no ocurre en las
universidades objeto de estudio, presumiéndose que existe poca movilidad
tecno-científica, y aplicabilidad correcta del método científico para la
indagación de los fenómenos o problemas de investigación.
Caracterizar
al docente investigador
En
Venezuela en el año 2008 y a través del proyecto político de País en conjunto
con el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria,
anteriormente llamado Ministerio de Educación Superior para ese entonces, según
Gaceta Oficial N.º 38.930 de fecha 13 de mayo del año 2008, se crea los
Programas Nacionales de Formación (PNF), con el fin de proponer modificaciones
a los pensum de estudios de carreras universitarias en función de darles
respuestas a las exigencias de la sociedad.
Los PNF son
asumidos como entornos de aprendizaje colectivo a través de la Unidad
Curricular (UC) Proyectos, donde los estudiantes en conjunto con docentes y
asesores interactúan constantemente con las comunidades para llevar a cabo
trabajos de investigación, en los cuales se articulan distintos saberes para
satisfacer las demandas del sector y finalmente validar los procesos formativos
y de investigación.
A partir de la transformación y modernización de los Institutos Universitarios de Tecnología (IUT) y Colegios Universitarios (CU) en Universidades Politécnicas Territoriales (UPT) incorporando en estas los PNF, se consagra la nueva misión de la educación universitaria orientada a promover el desarrollo científico y tecnológico mediante prácticas sociales, a través de la ejecución de proyectos acordes a las necesidades del entorno, y con el fin de promover productos de investigación que se traduzcan en bien o servicio e incorporando la dimensión productiva en las comunidades.
Por
su parte, desde el inicio hasta el final de la formación académica, el
estudiante en compañía del docente de proyectos, se inserta en las comunidades
a recabar información requerida para realizar un diagnóstico de necesidades o
potencialidades, que lo llevan a formalizar un proyecto que ejecutarán durante
los trayectos de formación. Dentro de estos espacios se comparten con las
comunidades los diferentes aprendizajes adquiridos de las demás unidades
curriculares que tributan a proyectos, permitiendo la integración social y
dando respuestas a las necesidades del sector.
En este orden de
ideas, Rodríguez
(2016), plantea que los docentes que administran unidades
curriculares de Proyectos: “tienen responsabilidades administrativas y
gerenciales enmarcadas hacia la descentralización, la aplicación del Proceso de
Aprendizaje Socio Integrador Productivo” . Asimismo, el docente debe
desempeñase como gerente de aula con vocación de servicio, calidad humana y
carisma para inducir a los estudiantes a aprender-aprender y buscar la
excelencia.
Desde esta
perspectiva, el docente de la unidad curricular Proyectos asume funciones de
investigador, tutor, asesor, facilitador y mediador de aprendizajes, que lo
llevan a formar a un individuo con visión crítica, creativa y reflexiva ante
las demandas sociales, considerándolo un recurso o talento intelectual para el
desarrollo de las capacidades científico-tecnológicos como fuente innovadora de
transformación social.
Por otra parte, Delgado y
Alfonzo (2019), afirman que el:
Docente-investigador implica reflexionar permanentemente, asumir una
actitud crítica sobre lo aprendido en su formación y notificar saberes con sus
pares y estudiantes, para establecer sinergias entre lo que se aprende e
investiga, además sobre lo que se enseña y el para qué. Imparcialmente, la
figura del docente-investigador lleva a considerar al sujeto como un
representante reflexivo capaz de articular la praxis docente con la
investigación .
Al respecto, el abordaje
teórico que aquí presentamos forma parte de una revisión sistemática sobre el
tema de estudio, rol del docente de proyectos, que orienta procesos
investigativos con otros colegas docentes y estudiantes, formando parte de la
construcción de conocimientos aplicables a la realidad del entorno
socio-productivo.
Por último, este artículo
termina con las reflexiones finales que invitan al docente a adquirir
diferentes competencias, estrategias de apoyo y coordinación para promover en
sus estudiantes proyectos de investigación de calidad, mejorando el proceso de
enseñanza-aprendizaje en el contexto de la educación universitaria.
En Venezuela,
ante el proceso de transformación universitaria que se ha venido gestando en
los últimos años, exige delimitar las competencias del docente que administra
unidades curriculares como Proyectos, los cuales deben desarrollar apropiadamente
sus funciones y/o roles que resultan de los PNF, nuevo escenario de actuación
profesional en el que intervienen los estudiantes, el docente con los demás
asesores y las comunidades.
Ante esto, Fernández (2003), citado por Ruiz y Aguilar (2017), afirman que el rol de los docentes en las universidades ha cambiado, el cual: “ha pasado de expositor a guía, a administrador de medios” . Asimismo, el docente trabaja bajo entornos presencial o virtual, y demanda formas de enseñanza activas, eficaces y potenciadoras del proceso de construcción del conocimiento en los estudiantes.
Por su parte, la labor del docente de proyectos se centra en un conjunto de actividades que engloban diversos roles como: investigador, facilitador, formador, evaluador, planificador, tutor, mediador y orientador; los cuales surgen de la experiencia educativa, del contacto directo con la realidad, la interrelación con los estudiantes y las comunidades abordadas. Al respecto, Hernández (2009), plantea que el docente que ejerce funciones de investigación en la formación de estudiantes:
Su rol se encuentra en permanentemente
construcción de saberes al interior de su actividad académica, en el aula o
fuera de ella, en prácticas de indagación en diversos campos del conocimiento;
espacios donde convergen una serie de significados, valores, actitudes,
aptitudes y prácticas alrededor de un núcleo común: el currículo.
Asimismo, Hernández
(2009b): afirma que el docente investigador, es un “sujeto de la
educación con un ethos orientado hacia su función de educador, formador e
investigador” (; por otra parte, el docente investigador tiene la
responsabilidad de producir, desarrollar y socializar el conocimiento desde su
propio punto de vista y en consenso con los demás actores involucrados en el
proceso de aprendizaje; precisando retroalimentación y reflexión, al mismo
tiempo concibe la formación de profesionales desde el concepto integral
orientado a la resolución de problemas reales .
En relación a esto, el docente
investigador que administra la Unidad curricular (UC) Proyectos está
involucrado directamente en la formación educativa de sus participantes,
brindándole herramientas, procedimientos, estrategias de toma de decisiones y
todo tipo de medios para la realización de labores investigativas en sinergia
con el sector socio-productivo a abordar, lo que le permite al estudiante
transferir los conocimientos adquiridos a su vida diaria con sentido
socio-critico, para la producción de un bien o un servicio único vinculado a
las comunidades.
Para Saby (2012),
el rol del docente investigador: “depende del modo como se asuma la docencia
investigativa y la relación entre investigación y enseñanza” . En este
sentido, el docente debe fomentar una cultura investigativa en sus estudiantes
de acuerdo a funciones como:
ü Fomentar
el espíritu de la curiosidad y el descubrimiento, la búsqueda permanente por lo
desconocido.
ü Orientar proyectos de investigación a través del uso de metodologías adecuadas a las ciencias naturales y sociales.
ü Propiciar el debate e intercambio de ideas, y fomentar el respeto a la práctica investigativa cumpliendo códigos éticos.
ü
Ofrecer apoyo a los estudiantes en cuanto a
materiales, insumos, equipos, herramientas, laboratorios, bases de datos, redes
de investigación, entre otros.
Por otra parte,
dentro de las labores del docente de la UC proyectos, aparte de investigador
incluye ser tutor-asesor, lo cual lo llevar a orientar al estudiante en todas
las actividades académicas y de investigación que requiere para la elaboración
del proyecto. Al respecto, De Del
Castillo (2007), define al tutor-asesor como el:
Profesor investigador que se responsabiliza académicamente de un estudiante en la formación específica de un proyecto de investigación, teniendo una relación unipersonal, directa e individualizada de acuerdo con el plan de estudios correspondiente, así como la asesoría correspondiente durante todo el proceso de realización .
En este orden de ideas, se destacan las principales características y tareas del docente investigador de la UC Proyectos, convirtiéndolo en tutor-asesor de las actividades que ejecutan los estudiantes durante el desarrollo de su proyecto de investigación.
Redes
de comunicación de aprendizaje
La incorporación
de aplicaciones Web 2.0 en procesos formativos implica añadir nuevos estilos de
comunicación, roles, formas de intervención, escenarios y un abanico amplio de
actividades, que, a su vez, requieren cumplir una serie de desafíos educativos;
por lo tanto, es necesario que las universidades asuman los retos que estas
herramientas representan dentro de planteamientos integradores, que busquen
crear mejores espacios educativos para el intercambio y la actividad formativa,
y aprovechen el potencial en red (García, 2009).
Las herramientas de la Web 2.0 pueden ser
aprovechadas con una ventaja competitiva para trabajar en forma colaborativa,
ya que son plataformas gratuitas y accesibles, que favorecen la motivación y el
interés de los estudiantes al momento de buscar estrategias que beneficien su
aprendizaje.
El uso de las
redes sociales en las universidades del mundo ha facilitado la comunicación y
el aprendizaje colaborativo y ha introducido nuevas formas de trabajo entre los
actores de los procesos de formación. Meso (2010) presentó datos relevantes de
un estudio realizado en España, donde el éxito de las redes sociales ha sido
motivo de debates en los círculos académicos, debido a las consecuencias que
para la población han implicado; se dice que en los últimos dos años las redes
se han convertido en la aplicación más exitosa de la sociedad de la
información: 83 por ciento de los jóvenes españoles usan al menos una red
social.
Pensamiento
autónomo y critico
El pensamiento
autónomo implica tomar conocimiento de diversas perspectivas y posiciones para
luego llevar a cabo un análisis propio, que permita sacar una conclusión
particular. Quien tiene pensamiento autónomo, por lo tanto, no
repite visiones ajenas de los hechos que lo rodean.
Es importante tener en cuenta que el pensamiento autónomo, de todos modos, está sujeto a múltiples influencias más allá de los medios. Cada ser humano llega a ser quien es a partir de un sinfín de factores, como su entorno familiar, su educación, su lugar de residencia, etc. Por eso, la autonomía del pensamiento nunca es absoluta, o al menos hay que considerar todo aquello que afecta al sujeto.
Para fomentar lo que suele entenderse como pensamiento autónomo, en definitiva, es importante enseñar a los niños que existen distintos enfoques y puntos de vista e incentivarlos a buscar su propio camino de acuerdo a sus creencias y opiniones. Así podrán convertirse en adultos con pensamiento autónomo.
Por medio
del pensamiento autónomo, es posible convertirse en una persona con un amplio
repertorio de capacidades y herramientas a su alcance para desarrollarse en
su entorno. Uno de los puntos fundamentales de nuestra vida cotidiana es la
emisión de juicios acerca de las actitudes que nos rodean, así como de las
propias: no podemos evitar valorarlas, independientemente de que hagamos
públicas nuestras opiniones. Gracias al pensamiento autónomo, estos juicios
surgen de una serie de criterios que
nosotros mismos escogemos para cada tipo de situación, más
allá de las imposiciones sociales.
Ahora bien cuando nos adentramos en el pensamiento crítico es definido como el deseo de buscar, la paciencia para dudar, la afición de meditar, la lentitud para afirmar, la disposición para considerar, el cuidado para poner en orden y el odio por todo tipo de impostura. Desde una perspectiva más moderna, el pensamiento crítico se entiende como la capacidad de analizar y evaluar la consistencia de los razonamientos, en especial, de aquellas afirmaciones que la sociedad acepta como verdaderas en el contexto de la vida cotidiana.
Factor
de visibilidad en el trabajo científico (darlos a conocer en la comunidad científica).
Explique las estrategias
La publicación de un trabajo mediante un artículo en
alguna revista científica continúa siendo, desde que aparecieran las primeras
en el siglo XVII, la práctica más común. El reconocimiento por parte de la
comunidad científica y la acreditación de la actividad investigadora se
alcanzan a día de hoy fundamentalmente mediante la publicación de trabajos en
revistas científicas.
Este modelo está cambiando. La generalización de Internet, la
consolidación en los últimos años del movimiento conocido como Acceso Abierto a
la Ciencia (Open Access) y la aparición de nuevas herramientas de comunicación
propias de la llamada web 2.0 o web social están transformando el sistema
formal de comunicación científica descrito, y ahora existen otros medios y
herramientas distintas a las revistas donde dar a conocer la actividad
científica.
No obstante, es importante señalar que
estos nuevos entornos de comunicación deben ser considerados complementarios a
las revistas, y no sustitutos, como medios de difusión y visibilidad de la información
científica. A raíz de estos cambios propondremos la estrategia de
difusión y visibilidad de los TFG y los indicios de calidad que se tienen que
tener en cuenta a la hora de elegir la revista en la que se desea publicar:
La estrategia estaría estructurada en
tres fases: publicación del trabajo en una revista científica; indización en
bases de datos; y difusión y visibilidad mediante herramientas 2.0.
¿Como
los procesos investigativo y gerenciales
en organizaciones socio productivas?
Basado en el Segundo Plan Socialista de
Desarrollo Económico y Social de la Nación (2013-2019) y en la búsqueda de
alternativas para el desarrollo económico endógeno, el Gobierno nacional ha
manifestado la necesidad de impulsar el sistema económico comunal, el cual
contempla en sus lineamientos estratégicos la puesta en práctica de una gestión
socioeconómica de carácter sostenible, para elevar la estructura económica
venezolana.
Para tal fin, se creó la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal
(Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, 2012) la cual
establece normas, principios y procedimientos para la creación, funcionamiento
y desarrollo del sistema económico comunal en Venezuela mediante organizaciones
socio productivas, bajo el régimen de propiedad social comunal, impulsadas por
las instancias del poder popular, el poder público para la producción,
distribución, intercambio y consumo de bienes, servicios, saberes y
conocimientos de manera democrática y participativa para satisfacer las
necesidades colectivas.
Una organización socio productiva pertenece a la colectividad, esto quiere
decir que sus medios de producción están en manos de la comunidad o del
colectivo de los trabajadores, la cual tiene como objetivo generar trabajos
estables, donde el trabajador tiene un compromiso social y procura su
desarrollo integral. La producción de estas organizaciones está destinada a
satisfacer las necesidades colectivas bajo los principios de solidaridad,
cooperación, sustentabilidad, entre otros, con la finalidad de refinanciar sus
excedentes en la producción social, a través de un ciclo productivo comunal y
la creación de redes de comercio justo.
Según el art. 20 de la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal (2012),
estas organizaciones socio productivas gozan del derecho a la formación y
capacitación integral para el trabajo productivo y técnico en la formulación,
desarrollo y financiamientos de proyectos socio productivos sustentables por
parte de los órganos y entes del poder público.
El propósito de un aparato productivo comunal es transitar hacia una
economía verdaderamente popular, diversificada, productiva, de alto nivel
tecnológico, respetuoso de los distintos modos de propiedad, que permita
sostener la capacidad de consumo de bienes y servicios de cada parroquia. Sin
embargo, este aparato productivo debe desarrollarse bajo una serie de lineamientos,
expresados en la ley antes señalada, uno de ellos tiene que ver con el ciclo
productivo que debe llevar a cabo, y otro, con la red de comercialización que
debe ser conformada o, en segunda instancia, en la que deben incorporarse estas
organizaciones.
Siendo estos dos elementos importantes para el desarrollo de las
organizaciones socio productivas, el objetivo del presente artículo es analizar
el cumplimiento de las fases del ciclo productivo y la red de comercialización
de las organizaciones socio productivas de las parroquias del municipio
Maracaibo del estado Zulia, específicamente tomando en cuenta el muestreo no
probabilístico intencional, quedando la muestra representada por ciento
diecisiete (117) organizaciones socio productivas de las parroquias Caracciolo
Parra Pérez, Idelfonso Vásquez, Juana de Ávila, Olegario Villalobos y Raúl
Leoni del municipio Maracaibo, siendo los agentes informantes los propietarios
y/o encargados de las mencionadas organizaciones.
El artículo está conformado en dos partes, la primera de ellas destaca el
elemento teórico-documental que fue tomado como basamento para el desarrollo
del análisis, mientras que la segunda parte destaca los elementos a estudiar y
el análisis de los datos recolectados para la investigación; a saber, en cuanto
al ciclo productivo y la red de comercialización.
Las teorías económicas (clásica,
keynesiana, neoclásica, entre otras) han centrado sus postulados en determinar
el manejo de las variables macroeconómicas y microeconómicas que influyen en el
desarrollo de las naciones, sin embargo, como contraparte, se han desarrollado
modelos desde el humanismo centrados en observar los recursos existentes y
disponibles de las naciones para impulsar un desarrollo a través de las
capacidades de los individuos que habitan dichos territorios; cuando hablamos
del surgimiento de modelos alternativos de desarrollo, debemos hacer referencia
obligatoria al desarrollo endógeno o desarrollo desde dentro.
Parafraseando a Sunkel (1995), señala que el desarrollo desde dentro fue
una opción considerada por la izquierda latinoamericana al observar que el
capitalismo no tomaba en cuenta los elementos internos con los que contaban las
naciones y seguía centrándose en la producción de capital, dejando de lado los
elementos que humanizaban ese capital. Por otro lado, Vásquez (1999, p. 19),
señala al desarrollo desde dentro como un “proceso de crecimiento económico y
cambio estructural, liderado por la comunidad local, utilizando el potencial de
desarrollo, que conduce a la mejora del nivel de vida de la población local”;
mientras que Mas (2005) citando a Martínez (2003) hace referencia del mismo,
como la capacidad para progresar, crecer económica, social y culturalmente, en
virtud de causas internas.
Gelvis, Useche y Queipo (2007) señalan que el desarrollo endógeno es un
modelo socio-económico que tiene estrecha relación con la dignificación del ser
humano en su realidad, acorde con su medio y con su tiempo; éste pretende que
el hombre utilice sus capacidades cognitivas y experiencias para crear bienes y
servicios que satisfagan las necesidades de la comunidad local, generar nuevos
espacios para convivir y construir su propio modo de vida sostenible.
Al hacer referencia al desarrollo endógeno, no puede dejarse de lado el
desarrollo local, el cual, según Marsiglia y Pintos:
Pone el énfasis en un nuevo proceso en el que diversos actores (gobiernos
locales, organizaciones locales) unen sus fuerzas y recursos para conseguir
nuevas formas de cooperación con el fin de estimular las iniciativas locales y
concretarlas. En esta perspectiva, llamamos actores, no solo a las personas o
instituciones que desarrollan acciones directas en el territorio sino también a
todas las estructuras, organismos y personas que por misión o acción tienen un
lugar y un papel en los engranajes de los intercambios locales. Son actores y
agentes todos los que toman decisiones que afectan al territorio.
Cuando se hace referencia al desarrollo endógeno local se involucra el
desarrollo de las capacidades internas, a través de la participación de los
actores que hacen vida en la localidad en la cual se encuentran dichas
capacidades y que a través de sus decisiones afectan la productividad y desarrollo
del mismo.
El modelo de desarrollo endógeno en Venezuela requiere de cambios de
concepción socioeconómica y política para potenciar la conciencia colectiva de
la producción nacional; como señala Hernández (2012) un cambio del sistema
productivo del país, para que cada región esté en la capacidad de transformar
sus recursos naturales en bienes y servicios, que multipliquen el empleo y el
bienestar social, lo que garantiza la calidad de vida para los ciudadanos y
ciudadanas.
También resalta Hernández (2012) que para el desarrollo endógeno debe
estructurarse un funcionamiento acorde con principios y valores relacionados
con la solidaridad, igualdad, trabajo colectivo, así como los beneficios
compartidos, además de un basamento jurídico específico, haciendo referencia al
impulso de la economía social, a través de las organizaciones de la economía
social (empresas familiares, cooperativas, microempresas, entre otras).
El basamento jurídico que arropa a las organizaciones socio productivas se
fundamenta en la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal (2012), en la cual
se define dicho sistema en su artículo 2, como:
El conjunto de relaciones sociales
de producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios, así
como de saberes y conocimientos, desarrolladas por las instancias del poder
popular, el poder público por acuerdo entre ambos, a través de organizaciones socio
productivas bajo formas de propiedad social comunal.
En esta misma Ley (art. 10) se hace referencia a los tipos de organizaciones
que desarrolla el sistema económico comunal, a saber:
1. Empresa de propiedad social directa comunal.
2. Empresa de propiedad social indirecta comunal.
3. Unidad productiva familiar.
4. Grupos de intercambio solidario.
El sistema económico comunal plantea un modelo con nuevas relaciones
sociales de producción que impliquen y articulen a las fuerzas productivas de
los municipios, parroquias, el poder popular y el poder público nacional en
cada organización socio productiva que se constituya bajo la forma de propiedad
comunal; asi, como un encadenamiento productivo entre todas y cada una de las
organizaciones socio productivas, dando comienzo a un gran sistema unificado
nacional que impulse el desarrollo endógeno comunal y al desarrollo de la
nación (Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos
Sociales, 2014).
En este sentido, se observa cómo el direccionamiento hacia un modelo de desarrollo endógeno en Venezuela hace necesaria la articulación de acciones en el manejo de los recursos nacionales dando pié a nuevas formas de organización comunal que permitan a los individuos el desarrollo de la economía desde sus propias capacidades. La articulación de dichas acciones en conjunto con políticas públicas adecuadas al modelo de desarrollo seleccionado garantizan de cierta forma el logro del crecimiento del ser humano desde su propio ser a través de su propia capacidad y disposición para el desarrollo, en la búsqueda del logro de los objetivos como individuo, comunidad y nación. En este sentido, se ha podido observar que las organizaciones socio productivas abordadas no verifican la aplicación de los elementos que conforman las actividades económicas y tampoco los valores provenientes del desarrollo endógeno.
CONCLUSIONES
Los logros
alcanzados en Venezuela en materia científica son evidentes, siendo el Estado
el promotor fundamental de una política de soporte a la investigación a través
de la creación de instituciones que brindan apoyo a la actividad
investigativa. Las universidades han sido los espacios estratégicos para
promover la generación, difusión y aplicación del conocimiento al disponer de
personal con elevada formación académica y alta productividad que lideran
grupos de investigación y contribuyen de esta manera con la formación del
personal de relevo.
A pesar de ello, los resultados revelan que existen factores limitativos
para el fortalecimiento y desarrollo del conocimiento, siendo los de mayor
incidencia la preeminencia de la función docente sobre la investigación; la
existencia de esfuerzos de investigación desarticulados, y un
financiamiento insuficiente e ineficiente.
La preeminencia de la docencia sobre la
investigación es un fenómeno asociado a diferentes procesos que a lo interno de
las instituciones universitarias se han vivido a lo largo de su historia, en
primer lugar, la adopción del modelo de universidad napoleónica,
predominantemente pragmática; posteriormente la democratización de la
educación, producto de los cambios ocurridos en el país, principalmente en el
ámbito económico, con lo cual se favorece la contratación de personal con
limitada o ninguna experiencia en la actividad científica; y finalmente, la
asimilación de un modelo económico neoliberal que acentúa el aprendizaje de las
capacidades técnicas y cuyas repercusiones se reflejan en los planes
curriculares de las carreras universitarias y en la actividad de investigación
en su conjunto.
En cuanto a los esfuerzos de investigación que hasta el momento se han
realizado se observa una desarticulación por la ausencia de una planificación y
coordinación en conjunto entre el Estado, las universidades y las unidades de
investigación que existen a lo interno de esas instituciones. Los esfuerzos de
los investigadores universitarios tienden a ser individualistas y por ende se
dista de la construcción de colectivos científicos, lo cual supondría que se
dieran las condiciones para que los investigadores trabajaran articulada y
sinérgicamente en pro del desarrollo de la ciencia y su uso.
Adicionalmente, existen limitaciones en los mecanismos de vinculación entre la
universidad y su entorno con relación a la productividad científica
desarrollada y por ende se disipan los esfuerzos institucionales.
La investigación
presenta una dualidad entre la insuficiencia y la ineficiencia en el manejo
presupuestario. El aporte del 3% del presupuesto universitario destinado por el
Estado para investigación, por lo general, no es asignado por las autoridades
universitarias a esa función, dado los múltiples compromisos u obligaciones de
carácter financiero que deben resolver. A ello se adiciona la
ineficiencia en la administración del presupuesto universitario por la carencia
de planificación, organización, dirección, control y evaluación que permita
rendir cuentas a la sociedad y al Estado.
Parte de la solución de los problemas
planteados se encuentra en su misma identificación y en el encuentro de
voluntades y compromisos que generen una verdadera transformación, en la cual
se trascienda más allá de las propuestas emanadas desde el Estado y las
universidades. Se precisa entonces un cambio de cultura para deslastrar a
los académicos de los viejos modelos de administración que han sumergido a la
investigación en un entramado burocrático-clientelar; en suma, se trata no solo
del cambio en lo discursivo sino también en el pensar y hacer cotidiano de los
actores involucrados.
BIBLIOGRAFÍA
ü
Padrón Guillén,
José (2001). El problema de organizar la investigación.
ü
Jaimes,
Rosalvina (1998). Origen y destino del conocimiento científico. Introducción a la problemática contemporánea de la
ciencia y la tecnología.
ü Albornoz, Orlando (1998). Acerca de la Educación Superior en Venezuela
ANEXOS

