viernes, 8 de abril de 2022

competencias investigativa

 

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, CIENCIA Y TECNOLOGÍA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO NÚCLEO CORO/ FALCÓN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

INFORME

TEMA: LA INVESTIGACIÓN EN VENEZUELA

 

                                                         

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Facilitadora:Dr. José González Poza

 

 

 

 

Autora:

Lcda.  Camacho Karla CI. 20.207181

 

 

 

SANTA ANA DE CORO; ABRIL  DE 2022

ÍNDICE

Portad…………………………………………………………………………….01

Índice……………………………………………………………………………..02

Desarrollo………………………………………………………………………...04

Nivel  de investigación en Venezuela……………………………………………04

Cultura de investigación en Venezuela…………………………………………..07

Caracterización del docente en Venezuela……………………………………….08

Redes de comunicación de aprendizaje………………………………………....13

Factor de visibilidad del trabajo científico……………………………………..15

Procesos de investigativos y gerenciales en las organizaciones socio productiva.16   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


INTRODUCCIÓN


      El desarrollo y fortalecimiento de la investigación es vital para generar conocimientos en búsqueda de soluciones a los problemas de nuestro entorno, para esto se requiere, en el caso latinoamericano, la participación activa de la comunidad académica particularmente de profesores y estudiantes, por ser las instituciones de educación superior el principal centro de investigación en los países de la región; asimismo, es indispensable  el compromiso  del  Estado  con la investigación a través de la formulación, ejecución de políticas y apoyo financiero  como soporte a esta actividad.

      Sin embargo, en los países latinoamericanos y por ende en Venezuela, el desarrollo de la actividad investigativa ha sido aletargado por diversos motivos, entre los cuales tenemos una marcada desvinculación entre las investigaciones producidas y las necesidades reales de la sociedad; la supremacía de la función docente sobre la investigación como respuesta a la creciente demanda estudiantil; la docencia no fundamentada en la investigación y una marcada tendencia hacia la disminución del presupuesto asignado a las universidades públicas para la investigación, asociada a una administración poco óptima de los recursos otorgados.

    Lo expuesto da cuenta de la notable desventaja de los países latinoamericanos con relación a los países desarrollados, los cuales detentan la hegemonía en el desarrollo y transferencia de conocimientos de punta.  Por su parte, los países de la región muestran resultados poco alentadores dados la escasa cultura de investigación que históricamente los ha hecho dependientes de los conocimientos producidos en otras latitudes. Al respecto sostiene Tûnnerman (2002:172) que “el subdesarrollo científico-tecnológico es, a la vez causa y consecuencia del subdesarrollo económico-social”.

     Los países latinoamericanos se caracterizan fundamentalmente por la diversidad cultural, económica, política y científico-tecnológica; no obstante, tienen a la universidad como lugar común de generación de conocimientos y al Estado como la principal fuente de financiamiento.

      En el caso venezolano el Estado ha venido promoviendo una política de apoyo a la investigación a través de la creación de instituciones destinadas al diseño de políticas, planeamiento y promoción de la investigación. A pesar de ello priva la ausencia de articulación entre las políticas de Estado en materia de ciencia y tecnología con las políticas internas de las universidades oficiales, en un contexto de crisis económica acentuada desde la década de los ochenta, las cuales condicionan las relaciones tensas pero necesarias entre ambos actores.

     Las universidades oficiales venezolanas se encuentran ante el reto de atender las diversas funciones que como instituciones de educación superior le corresponden, sin que esto perjudique la investigación como pilar fundamental de su misión, en un contexto de crisis política, económica, social y cultural del país. La investigación es un proceso complejo que requiere de una serie de condiciones a fin de que sus productos se materialicen en beneficios sociales.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

*      Nivel investigativo en Venezuela

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      El poco estructurado e interrelacionado sistema nacional de innovación de Venezuela pasa por la peor de su crisis desde que se institucionalizó en Venezuela la política de ciencia y tecnología. Todos los indicadores y estadísticas disponibles revelan que Venezuela ha retrocedido a niveles alarmantes en materia de desarrollo científico, tecnológico y en la generación de innovaciones. Así lo revela la fuerte disminución en la publicación de artículos científicos y el registro de patentes. Hoy en día Venezuela es uno de los países más rezagados de América Latina y el Caribe en materia de producción de ciencia y tecnología. En junio de 2014, la prestigiosa revista Nature afirmaba que Venezuela era el único país en Suramérica que había reducido su producción científica entre 2009 y 2013. Y agregaba que el promedio de citaciones de los autores venezolanos es apenas el 60 por ciento del promedio mundial1. Hoy observamos como de acuerdo con las cifras del Observatorio Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación (ONCTI) ha crecido el número de investigadores certificados pero se ha reducido el número de publicaciones referenciadas en la Web of Science.

     Para empeorar la situación, la crisis histórica que vive Venezuela conforma un contexto país que estimula la emigración de nuestros mejores talentos. Según el trabajo de Jaime Requena y Carlos Caputo (2016)2, durante los últimos quince años han abandonado el país 1.512 científicos, 68% con grado de Doctor o Ph.D. Ante el agravamiento de la crisis política y económica que vive el país y el incremento de las renuncias a sus cargos de los profesores universitarios e investigadores, todo apunta a que esta cifra aumentará en 2017.

      Detrás de esta realidad se encuentra una política de ciencia, tecnología e innovación a todas luces equivocada. Durante este ciclo político, iniciado en 1999, hemos tenido varias Leyes Orgánicas de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI), sin embargo, las experiencias de las LOCTI 2001, 2005, 2010 y 2014 no han sido buenas. Las pocas cosas rescatables provienen de la LOCTI 2005, pero esta no previó las desviaciones y las distorsiones que surgieron en el uso de los aportes por parte de los empresarios, ni la poca capacidad institucional de las universidades y centros de investigación, ni las limitaciones que imponía el contexto país marcado por un gobierno que se propuso como objetivo construir el socialismo del siglo XXI y crear condiciones poco propicias para el fortalecimiento de los sectores productivos, de las universidades y de los centros de investigación, incluyendo a aquellos que controla directamente el poder ejecutivo.

      En las recientes LOCTI 2010 y 2014 prevalece la ideología del gobierno de turno, se centralizan los recursos que se captan en el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT) y las prioridades se encuentran atadas al denominado Plan de la Patria. Es decir, a la construcción del socialismo y al fortalecimiento del poder popular-comunas. La LOCTI vigente está centralizada, es poco transparente en el uso y rendición de cuentas, en la conformación de las comisiones evaluadoras, diseñadoras de programas y prioridades de investigación; crea programas casuísticos y sin continuidad y discrimina a las ciencias básicas y a la investigación en ciencias sociales y humanidades. En los años 2015 y 2016 se evidencian con fuerza los vicios de la actual LOCTI. La reciente convocatoria de octubre 2016 excluye con fuerza a la investigación básica, y a la investigación en las ciencias sociales y las áreas humanísticas. Mientras tanto, los Consejos de Desarrollo Científico y Tecnológico (CDCHT) y equivalentes de las universidades donde se genera la mayor parte de la investigación del país, viven la peor de su crisis por el insuficiente presupuesto que el gobierno nacional asigna. El cuadro que vive la ciencia, la tecnología y la innovación en el país es verdaderamente dramático.

      En medio del drama que se vive, la Asamblea Nacional aprobó en primera discusión, el pasado mes de agosto del corriente año, la reforma de la actual LOCTI. Valga decir que este proyecto de reforma ha sido discutido con los actores del sistema nacional de innovación, y producto de esa discusión se ha dado un amplio consenso sobre su contenido. Esta reforma de la LOCTI es una esperanza que se asoma para tener un marco legal adecuado y formular una nueva política de ciencia, tecnología e innovación, que permita una exitosa inserción internacional del país en la globalización y en la sociedad del conocimiento. Los investigadores, tecnólogos e innovadores debemos estar atentos y participar en las discusiones públicas, previas a la aprobación definitiva de dicha reforma. Esperamos igualmente que los poderes Ejecutivo y Judicial no sean un obstáculo para concretar una reforma que corrija los vicios de la actual LOCTI.

*      Cultura investigativa en Venezuela

       Las organizaciones educativas, en  Venezuela  actualmente amplían su función social, ya no solo trabajan por educar a los participantes, sino también por el desarrollo profesional de los docentes en investigación para proveerles de herramientas conceptuales, procedimentales y actitudinales necesarias para analizar su entorno y construir conocimiento mediante la práctica de metodologías orientadas bajo dos lecturas: una cuantificable y otra humanista que permitan la investigación de paradigmas que genere una cultura investigativa y promueva la producción científica de cada uno de los miembros de la comunidad universitaria. En los programas de postgrado ofrecidos por las universidades se basan en el desarrollo de capital intelectual fundamentados de conocimientos competitivos en la investigación científica, dejando claro que en los mismos se debe manejar el método científico, demostrando de esta manera una cultura investigativa y una producción científica de docentes y participantes del proceso educativo. Se hace necesario entender que la calidad de la educación universitaria está íntimamente asociada con la práctica de la investigación, teniendo como finalidad fomentar la cultura investigativa como también la producción científica donde los docentes y participantes se agrupan para desarrollar actitudes propiciando intercambios de saberes mediante proyectos de investigación productivos acordes con las líneas de investigación desarrolladas en el programa de postgrado. En otras palabras, los protagonistas son los que deben hacer investigación, consumir investigación y utilizarla pertinentemente en el desarrollo de los programas de postgrados. Aunque en la actualidad, según leal (2009), “existe una ineficiente cultura investigativa que no permite la producción científica por parte de los docentes y por ende de los participantes”; en sentido contrario, los docentes necesitan tener experiencia en investigación, para lograr el desarrollo científico de los participantes en los cursos universitarios. En vista de lo planteado, según el autor en Venezuela existe tal situación, sobre todo si se toma en cuenta que una de las funciones fundamentales de las universidades es propiciar la creación de nuevos conocimientos a través de la investigación científica, tecnológica, humanística y social. Asimismo, esta función se ha convertido en el centro de la evaluación de las universidades, sobre todo por los docentes y participantes que carecen de una cultura investigativa, la cual se interpone en el desarrollo de la producción científica dentro de los programas de postgrados e investigación de las universidades privadas.

       La cultura investigativa que se promueve desde el aula de clase se fortalece y sostiene a través de la promoción de investigadores que cultivan sus líneas de investigación y concentran en torno a sí estudiantes aventajados, permitiendo que los participantes se ubiquen en un nivel alto de investigación teniendo como resultado la producción científica. Es necesario entender que la cultura investigativa en los postgrados no le da paso a la producción científica, en la actualidad se presume que la Universidad Católica Cecilio Acosta y Universidad Rafael Urdaneta, carecen de docentes o tutores que conlleven a los participantes a desarrollar la iniciativa e innovación, es decir, se orientan por una sola corriente manejada por el tutor, omitiendo el punto de vista del investigador, creando incertidumbre en el sujeto investigador limitando el desarrollo de nuevos conocimientos. De igual forma, la producción científica requiere de una verdadera difusión que permita a docentes y participantes el conocimiento de normas o reglas para la publicación de sus trabajos investigativos, o en su defecto artículos en revistas oficiales de las universidades que prestan ese servicio. Pero al parecer no ocurre en las universidades objeto de estudio, presumiéndose que existe poca movilidad tecno-científica, y aplicabilidad correcta del método científico para la indagación de los fenómenos o problemas de investigación.

*      Caracterizar al docente investigador

        En Venezuela en el año 2008 y a través del proyecto político de País en conjunto con el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, anteriormente llamado Ministerio de Educación Superior para ese entonces, según Gaceta Oficial N.º 38.930 de fecha 13 de mayo del año 2008, se crea los Programas Nacionales de Formación (PNF), con el fin de proponer modificaciones a los pensum de estudios de carreras universitarias en función de darles respuestas a las exigencias de la sociedad.

     Los PNF son asumidos como entornos de aprendizaje colectivo a través de la Unidad Curricular (UC) Proyectos, donde los estudiantes en conjunto con docentes y asesores interactúan constantemente con las comunidades para llevar a cabo trabajos de investigación, en los cuales se articulan distintos saberes para satisfacer las demandas del sector y finalmente validar los procesos formativos y de investigación.

      A partir de la transformación y modernización de los Institutos Universitarios de Tecnología (IUT) y Colegios Universitarios (CU) en Universidades Politécnicas Territoriales (UPT) incorporando en estas los PNF, se consagra la nueva misión de la educación universitaria orientada a promover el desarrollo científico y tecnológico mediante prácticas sociales, a través de la ejecución de proyectos acordes a las necesidades del entorno, y con el fin de promover productos de investigación que se traduzcan en bien o servicio e incorporando la dimensión productiva en las comunidades.

    Por su parte, desde el inicio hasta el final de la formación académica, el estudiante en compañía del docente de proyectos, se inserta en las comunidades a recabar información requerida para realizar un diagnóstico de necesidades o potencialidades, que lo llevan a formalizar un proyecto que ejecutarán durante los trayectos de formación. Dentro de estos espacios se comparten con las comunidades los diferentes aprendizajes adquiridos de las demás unidades curriculares que tributan a proyectos, permitiendo la integración social y dando respuestas a las necesidades del sector.

      En este orden de ideas, Rodríguez (2016), plantea que los docentes que administran unidades curriculares de Proyectos: “tienen responsabilidades administrativas y gerenciales enmarcadas hacia la descentralización, la aplicación del Proceso de Aprendizaje Socio Integrador Productivo” . Asimismo, el docente debe desempeñase como gerente de aula con vocación de servicio, calidad humana y carisma para inducir a los estudiantes a aprender-aprender y buscar la excelencia.

      Desde esta perspectiva, el docente de la unidad curricular Proyectos asume funciones de investigador, tutor, asesor, facilitador y mediador de aprendizajes, que lo llevan a formar a un individuo con visión crítica, creativa y reflexiva ante las demandas sociales, considerándolo un recurso o talento intelectual para el desarrollo de las capacidades científico-tecnológicos como fuente innovadora de transformación social.

Por otra parte, Delgado y Alfonzo (2019), afirman que el:

Docente-investigador implica reflexionar permanentemente, asumir una actitud crítica sobre lo aprendido en su formación y notificar saberes con sus pares y estudiantes, para establecer sinergias entre lo que se aprende e investiga, además sobre lo que se enseña y el para qué. Imparcialmente, la figura del docente-investigador lleva a considerar al sujeto como un representante reflexivo capaz de articular la praxis docente con la investigación .

       Al respecto, el abordaje teórico que aquí presentamos forma parte de una revisión sistemática sobre el tema de estudio, rol del docente de proyectos, que orienta procesos investigativos con otros colegas docentes y estudiantes, formando parte de la construcción de conocimientos aplicables a la realidad del entorno socio-productivo.

       Por último, este artículo termina con las reflexiones finales que invitan al docente a adquirir diferentes competencias, estrategias de apoyo y coordinación para promover en sus estudiantes proyectos de investigación de calidad, mejorando el proceso de enseñanza-aprendizaje en el contexto de la educación universitaria.

         En Venezuela, ante el proceso de transformación universitaria que se ha venido gestando en los últimos años, exige delimitar las competencias del docente que administra unidades curriculares como Proyectos, los cuales deben desarrollar apropiadamente sus funciones y/o roles que resultan de los PNF, nuevo escenario de actuación profesional en el que intervienen los estudiantes, el docente con los demás asesores y las comunidades.

       Ante esto, Fernández (2003), citado por Ruiz y Aguilar (2017), afirman que el rol de los docentes en las universidades ha cambiado, el cual: “ha pasado de expositor a guía, a administrador de medios” . Asimismo, el docente trabaja bajo entornos presencial o virtual, y demanda formas de enseñanza activas, eficaces y potenciadoras del proceso de construcción del conocimiento en los estudiantes.

     Por su parte, la labor del docente de proyectos se centra en un conjunto de actividades que engloban diversos roles como: investigador, facilitador, formador, evaluador, planificador, tutor, mediador y orientador; los cuales surgen de la experiencia educativa, del contacto directo con la realidad, la interrelación con los estudiantes y las comunidades abordadas. Al respecto, Hernández (2009), plantea que el docente que ejerce funciones de investigación en la formación de estudiantes:

       Su rol se encuentra en permanentemente construcción de saberes al interior de su actividad académica, en el aula o fuera de ella, en prácticas de indagación en diversos campos del conocimiento; espacios donde convergen una serie de significados, valores, actitudes, aptitudes y prácticas alrededor de un núcleo común: el currículo.

     Asimismo, Hernández (2009b): afirma que el docente investigador, es un “sujeto de la educación con un ethos orientado hacia su función de educador, formador e investigador” (; por otra parte, el docente investigador tiene la responsabilidad de producir, desarrollar y socializar el conocimiento desde su propio punto de vista y en consenso con los demás actores involucrados en el proceso de aprendizaje; precisando retroalimentación y reflexión, al mismo tiempo concibe la formación de profesionales desde el concepto integral orientado a la resolución de problemas reales .

     En relación a esto, el docente investigador que administra la Unidad curricular (UC) Proyectos está involucrado directamente en la formación educativa de sus participantes, brindándole herramientas, procedimientos, estrategias de toma de decisiones y todo tipo de medios para la realización de labores investigativas en sinergia con el sector socio-productivo a abordar, lo que le permite al estudiante transferir los conocimientos adquiridos a su vida diaria con sentido socio-critico, para la producción de un bien o un servicio único vinculado a las comunidades.

Para Saby (2012), el rol del docente investigador: “depende del modo como se asuma la docencia investigativa y la relación entre investigación y enseñanza” . En este sentido, el docente debe fomentar una cultura investigativa en sus estudiantes de acuerdo a funciones como:

ü  Fomentar el espíritu de la curiosidad y el descubrimiento, la búsqueda permanente por lo desconocido.

ü  Orientar proyectos de investigación a través del uso de metodologías adecuadas a las ciencias naturales y sociales.

ü  Propiciar el debate e intercambio de ideas, y fomentar el respeto a la práctica investigativa cumpliendo códigos éticos.

ü  Ofrecer apoyo a los estudiantes en cuanto a materiales, insumos, equipos, herramientas, laboratorios, bases de datos, redes de investigación, entre otros.

     Por otra parte, dentro de las labores del docente de la UC proyectos, aparte de investigador incluye ser tutor-asesor, lo cual lo llevar a orientar al estudiante en todas las actividades académicas y de investigación que requiere para la elaboración del proyecto. Al respecto, De Del Castillo (2007), define al tutor-asesor como el:

    Profesor investigador que se responsabiliza académicamente de un estudiante en la formación específica de un proyecto de investigación, teniendo una relación unipersonal, directa e individualizada de acuerdo con el plan de estudios correspondiente, así como la asesoría correspondiente durante todo el proceso de realización .

      En este orden de ideas, se destacan las principales características y tareas del docente investigador de la UC Proyectos, convirtiéndolo en tutor-asesor de las actividades que ejecutan los estudiantes durante el desarrollo de su proyecto de investigación.

*      Redes de comunicación de aprendizaje

    La incorporación de aplicaciones Web 2.0 en procesos formativos implica añadir nuevos estilos de comunicación, roles, formas de intervención, escenarios y un abanico amplio de actividades, que, a su vez, requieren cumplir una serie de desafíos educativos; por lo tanto, es necesario que las universidades asuman los retos que estas herramientas representan dentro de planteamientos integradores, que busquen crear mejores espacios educativos para el intercambio y la actividad formativa, y aprovechen el potencial en red (García, 2009).

     Las herramientas de la Web 2.0 pueden ser aprovechadas con una ventaja competitiva para trabajar en forma colaborativa, ya que son plataformas gratuitas y accesibles, que favorecen la motivación y el interés de los estudiantes al momento de buscar estrategias que beneficien su aprendizaje.

       El uso de las redes sociales en las universidades del mundo ha facilitado la comunicación y el aprendizaje colaborativo y ha introducido nuevas formas de trabajo entre los actores de los procesos de formación. Meso (2010) presentó datos relevantes de un estudio realizado en España, donde el éxito de las redes sociales ha sido motivo de debates en los círculos académicos, debido a las consecuencias que para la población han implicado; se dice que en los últimos dos años las redes se han convertido en la aplicación más exitosa de la sociedad de la información: 83 por ciento de los jóvenes españoles usan al menos una red social.

*      Pensamiento autónomo y critico

      El  pensamiento autónomo implica tomar conocimiento de diversas perspectivas y posiciones para luego llevar a cabo un análisis propio, que permita sacar una conclusión particular. Quien tiene pensamiento autónomo, por lo tanto, no repite visiones ajenas de los hechos que lo rodean.

    Es importante tener en cuenta que el pensamiento autónomo, de todos modos, está sujeto a múltiples influencias más allá de los medios. Cada ser humano llega a ser quien es a partir de un sinfín de factores, como su entorno familiar, su educación, su lugar de residencia, etc. Por eso, la autonomía del pensamiento nunca es absoluta, o al menos hay que considerar todo aquello que afecta al sujeto.

    Para fomentar lo que suele entenderse como pensamiento autónomo, en definitiva, es importante enseñar a los niños que existen distintos enfoques y puntos de vista e incentivarlos a buscar su propio camino de acuerdo a sus creencias y opiniones. Así podrán convertirse en adultos con pensamiento autónomo.

      Por medio del pensamiento autónomo, es posible convertirse en una persona con un amplio repertorio de capacidades y herramientas a su alcance para desarrollarse en su entorno. Uno de los puntos fundamentales de nuestra vida cotidiana es la emisión de juicios acerca de las actitudes que nos rodean, así como de las propias: no podemos evitar valorarlas, independientemente de que hagamos públicas nuestras opiniones. Gracias al pensamiento autónomo, estos juicios surgen de una serie de criterios que nosotros mismos escogemos para cada tipo de situación, más allá de las imposiciones sociales.

       Ahora bien cuando nos adentramos en el pensamiento crítico es definido como el deseo de buscar, la paciencia para dudar, la afición de meditar, la lentitud para afirmar, la disposición para considerar, el cuidado para poner en orden y el odio por todo tipo de impostura. Desde una perspectiva más moderna, el pensamiento crítico se entiende como la capacidad de analizar y evaluar la consistencia de los razonamientos, en especial, de aquellas afirmaciones que la sociedad acepta como verdaderas en el contexto de la vida cotidiana.

 

*      Factor de visibilidad en el trabajo científico (darlos a conocer en la comunidad científica). Explique las estrategias

      La publicación de un trabajo mediante un artículo en alguna revista científica continúa siendo, desde que aparecieran las primeras en el siglo XVII, la práctica más común. El reconocimiento por parte de la comunidad científica y la acreditación de la actividad investigadora se alcanzan a día de hoy fundamentalmente mediante la publicación de trabajos en revistas científicas.

  Este modelo está cambiando. La generalización de Internet, la consolidación en los últimos años del movimiento conocido como Acceso Abierto a la Ciencia (Open Access) y la aparición de nuevas herramientas de comunicación propias de la llamada web 2.0 o web social están transformando el sistema formal de comunicación científica descrito, y ahora existen otros medios y herramientas distintas a las revistas donde dar a conocer la actividad científica.

     No obstante, es importante señalar que estos nuevos entornos de comunicación deben ser considerados complementarios a las revistas, y no sustitutos, como medios de difusión y visibilidad de la información científica.  A raíz de estos cambios propondremos la estrategia de difusión y visibilidad de los TFG y los indicios de calidad que se tienen que tener en cuenta a la hora de elegir la revista en la que se desea publicar:

       La estrategia estaría estructurada en tres fases: publicación del trabajo en una revista científica; indización en bases de datos; y difusión y visibilidad mediante herramientas 2.0.

 

*      ¿Como los procesos investigativo y gerenciales  en organizaciones socio productivas?

     Basado en el Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación (2013-2019) y en la búsqueda de alternativas para el desarrollo económico endógeno, el Gobierno nacional ha manifestado la necesidad de impulsar el sistema económico comunal, el cual contempla en sus lineamientos estratégicos la puesta en práctica de una gestión socioeconómica de carácter sostenible, para elevar la estructura económica venezolana.

Para tal fin, se creó la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal (Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, 2012) la cual establece normas, principios y procedimientos para la creación, funcionamiento y desarrollo del sistema económico comunal en Venezuela mediante organizaciones socio productivas, bajo el régimen de propiedad social comunal, impulsadas por las instancias del poder popular, el poder público para la producción, distribución, intercambio y consumo de bienes, servicios, saberes y conocimientos de manera democrática y participativa para satisfacer las necesidades colectivas.

Una organización socio productiva pertenece a la colectividad, esto quiere decir que sus medios de producción están en manos de la comunidad o del colectivo de los trabajadores, la cual tiene como objetivo generar trabajos estables, donde el trabajador tiene un compromiso social y procura su desarrollo integral. La producción de estas organizaciones está destinada a satisfacer las necesidades colectivas bajo los principios de solidaridad, cooperación, sustentabilidad, entre otros, con la finalidad de refinanciar sus excedentes en la producción social, a través de un ciclo productivo comunal y la creación de redes de comercio justo.

Según el art. 20 de la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal (2012), estas organizaciones socio productivas gozan del derecho a la formación y capacitación integral para el trabajo productivo y técnico en la formulación, desarrollo y financiamientos de proyectos socio productivos sustentables por parte de los órganos y entes del poder público.

El propósito de un aparato productivo comunal es transitar hacia una economía verdaderamente popular, diversificada, productiva, de alto nivel tecnológico, respetuoso de los distintos modos de propiedad, que permita sostener la capacidad de consumo de bienes y servicios de cada parroquia. Sin embargo, este aparato productivo debe desarrollarse bajo una serie de lineamientos, expresados en la ley antes señalada, uno de ellos tiene que ver con el ciclo productivo que debe llevar a cabo, y otro, con la red de comercialización que debe ser conformada o, en segunda instancia, en la que deben incorporarse estas organizaciones.

Siendo estos dos elementos importantes para el desarrollo de las organizaciones socio productivas, el objetivo del presente artículo es analizar el cumplimiento de las fases del ciclo productivo y la red de comercialización de las organizaciones socio productivas de las parroquias del municipio Maracaibo del estado Zulia, específicamente tomando en cuenta el muestreo no probabilístico intencional, quedando la muestra representada por ciento diecisiete (117) organizaciones socio productivas de las parroquias Caracciolo Parra Pérez, Idelfonso Vásquez, Juana de Ávila, Olegario Villalobos y Raúl Leoni del municipio Maracaibo, siendo los agentes informantes los propietarios y/o encargados de las mencionadas organizaciones.

El artículo está conformado en dos partes, la primera de ellas destaca el elemento teórico-documental que fue tomado como basamento para el desarrollo del análisis, mientras que la segunda parte destaca los elementos a estudiar y el análisis de los datos recolectados para la investigación; a saber, en cuanto al ciclo productivo y la red de comercialización.

    Las teorías económicas (clásica, keynesiana, neoclásica, entre otras) han centrado sus postulados en determinar el manejo de las variables macroeconómicas y microeconómicas que influyen en el desarrollo de las naciones, sin embargo, como contraparte, se han desarrollado modelos desde el humanismo centrados en observar los recursos existentes y disponibles de las naciones para impulsar un desarrollo a través de las capacidades de los individuos que habitan dichos territorios; cuando hablamos del surgimiento de modelos alternativos de desarrollo, debemos hacer referencia obligatoria al desarrollo endógeno o desarrollo desde dentro.

Parafraseando a Sunkel (1995), señala que el desarrollo desde dentro fue una opción considerada por la izquierda latinoamericana al observar que el capitalismo no tomaba en cuenta los elementos internos con los que contaban las naciones y seguía centrándose en la producción de capital, dejando de lado los elementos que humanizaban ese capital. Por otro lado, Vásquez (1999, p. 19), señala al desarrollo desde dentro como un “proceso de crecimiento económico y cambio estructural, liderado por la comunidad local, utilizando el potencial de desarrollo, que conduce a la mejora del nivel de vida de la población local”; mientras que Mas (2005) citando a Martínez (2003) hace referencia del mismo, como la capacidad para progresar, crecer económica, social y culturalmente, en virtud de causas internas.

Gelvis, Useche y Queipo (2007) señalan que el desarrollo endógeno es un modelo socio-económico que tiene estrecha relación con la dignificación del ser humano en su realidad, acorde con su medio y con su tiempo; éste pretende que el hombre utilice sus capacidades cognitivas y experiencias para crear bienes y servicios que satisfagan las necesidades de la comunidad local, generar nuevos espacios para convivir y construir su propio modo de vida sostenible.

Al hacer referencia al desarrollo endógeno, no puede dejarse de lado el desarrollo local, el cual, según Marsiglia y Pintos:

Pone el énfasis en un nuevo proceso en el que diversos actores (gobiernos locales, organizaciones locales) unen sus fuerzas y recursos para conseguir nuevas formas de cooperación con el fin de estimular las iniciativas locales y concretarlas. En esta perspectiva, llamamos actores, no solo a las personas o instituciones que desarrollan acciones directas en el territorio sino también a todas las estructuras, organismos y personas que por misión o acción tienen un lugar y un papel en los engranajes de los intercambios locales. Son actores y agentes todos los que toman decisiones que afectan al territorio.

Cuando se hace referencia al desarrollo endógeno local se involucra el desarrollo de las capacidades internas, a través de la participación de los actores que hacen vida en la localidad en la cual se encuentran dichas capacidades y que a través de sus decisiones afectan la productividad y desarrollo del mismo.

El modelo de desarrollo endógeno en Venezuela requiere de cambios de concepción socioeconómica y política para potenciar la conciencia colectiva de la producción nacional; como señala Hernández (2012) un cambio del sistema productivo del país, para que cada región esté en la capacidad de transformar sus recursos naturales en bienes y servicios, que multipliquen el empleo y el bienestar social, lo que garantiza la calidad de vida para los ciudadanos y ciudadanas.

También resalta Hernández (2012) que para el desarrollo endógeno debe estructurarse un funcionamiento acorde con principios y valores relacionados con la solidaridad, igualdad, trabajo colectivo, así como los beneficios compartidos, además de un basamento jurídico específico, haciendo referencia al impulso de la economía social, a través de las organizaciones de la economía social (empresas familiares, cooperativas, microempresas, entre otras).

El basamento jurídico que arropa a las organizaciones socio productivas se fundamenta en la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal (2012), en la cual se define dicho sistema en su artículo 2, como:

 El conjunto de relaciones sociales de producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios, así como de saberes y conocimientos, desarrolladas por las instancias del poder popular, el poder público por acuerdo entre ambos, a través de organizaciones socio productivas bajo formas de propiedad social comunal.

En esta misma Ley (art. 10) se hace referencia a los tipos de organizaciones que desarrolla el sistema económico comunal, a saber:

1. Empresa de propiedad social directa comunal.

2. Empresa de propiedad social indirecta comunal.

3. Unidad productiva familiar.

4. Grupos de intercambio solidario.

El sistema económico comunal plantea un modelo con nuevas relaciones sociales de producción que impliquen y articulen a las fuerzas productivas de los municipios, parroquias, el poder popular y el poder público nacional en cada organización socio productiva que se constituya bajo la forma de propiedad comunal; asi, como un encadenamiento productivo entre todas y cada una de las organizaciones socio productivas, dando comienzo a un gran sistema unificado nacional que impulse el desarrollo endógeno comunal y al desarrollo de la nación (Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales, 2014).

En este sentido, se observa cómo el direccionamiento hacia un modelo de desarrollo endógeno en Venezuela hace necesaria la articulación de acciones en el manejo de los recursos nacionales dando pié a nuevas formas de organización comunal que permitan a los individuos el desarrollo de la economía desde sus propias capacidades. La articulación de dichas acciones en conjunto con políticas públicas adecuadas al modelo de desarrollo seleccionado garantizan de cierta forma el logro del crecimiento del ser humano desde su propio ser a través de su propia capacidad y disposición para el desarrollo, en la búsqueda del logro de los objetivos como individuo, comunidad y nación. En este sentido, se ha podido observar que las organizaciones socio productivas abordadas no verifican la aplicación de los elementos que conforman las actividades económicas y tampoco los valores provenientes del desarrollo endógeno.

 

 

 

 

 

 

 

 

CONCLUSIONES

     Los logros alcanzados en Venezuela en materia científica son evidentes, siendo el Estado el promotor fundamental de una política de soporte a la investigación a través de la creación de instituciones que brindan apoyo a la actividad investigativa.  Las universidades han sido los espacios estratégicos para promover la generación, difusión y aplicación del conocimiento al disponer de personal con elevada formación académica y alta productividad que lideran grupos de investigación y contribuyen de esta manera con la formación del personal de relevo.

     A pesar de ello, los resultados revelan que existen factores limitativos para el fortalecimiento y desarrollo del conocimiento, siendo los de mayor incidencia la preeminencia de la función docente sobre la investigación; la existencia de esfuerzos de investigación desarticulados, y un financiamiento insuficiente e ineficiente.

      La preeminencia de la docencia sobre la investigación es un fenómeno asociado a diferentes procesos que a lo interno de las instituciones universitarias se han vivido a lo largo de su historia, en primer lugar, la adopción del modelo de universidad napoleónica, predominantemente pragmática; posteriormente la democratización de la educación, producto de los cambios ocurridos en el país, principalmente en el ámbito económico, con lo cual se favorece la contratación de personal con limitada o ninguna experiencia en la actividad científica; y finalmente, la asimilación de un modelo económico neoliberal que acentúa el aprendizaje de las capacidades técnicas y cuyas repercusiones se reflejan en los planes curriculares de las carreras universitarias y en la actividad de investigación en su conjunto.

     En cuanto a los esfuerzos de investigación que hasta el momento se han realizado se observa una desarticulación por la ausencia de una planificación y coordinación en conjunto entre el Estado, las universidades y las unidades de investigación que existen a lo interno de esas instituciones. Los esfuerzos de los investigadores universitarios tienden a ser individualistas y por ende se dista de la construcción de colectivos científicos, lo cual supondría que se dieran las condiciones para que los investigadores trabajaran articulada y sinérgicamente en pro del desarrollo de la ciencia y su uso.  Adicionalmente, existen limitaciones en los mecanismos de vinculación entre la universidad y su entorno con relación a la productividad científica desarrollada y por ende se disipan los esfuerzos institucionales.

    La investigación presenta una dualidad entre la insuficiencia y la ineficiencia en el manejo presupuestario. El aporte del 3% del presupuesto universitario destinado por el Estado para investigación, por lo general, no es asignado por las autoridades universitarias a esa función, dado los múltiples compromisos u obligaciones de carácter financiero que deben resolver.  A ello se adiciona la ineficiencia en la administración del presupuesto universitario por la carencia de planificación, organización, dirección, control y evaluación que permita rendir cuentas a la sociedad y al Estado.

      Parte de la solución de los problemas planteados se encuentra en su misma identificación y en el encuentro de voluntades y compromisos que generen una verdadera transformación, en la cual se trascienda más allá de las propuestas emanadas desde el Estado y las universidades.  Se precisa entonces un cambio de cultura para deslastrar a los académicos de los viejos modelos de administración que han sumergido a la investigación en un entramado burocrático-clientelar; en suma, se trata no solo del cambio en lo discursivo sino también en el pensar y hacer cotidiano de los actores involucrados. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

ü  Padrón Guillén, José (2001). El problema de organizar la investigación.

ü  Jaimes, Rosalvina (1998). Origen y destino del conocimiento científico. Introducción a la problemática contemporánea de la ciencia y la tecnología.

ü  Albornoz, Orlando (1998). Acerca de la Educación Superior en Venezuela

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ANEXOS

Investigación y papers en Venezuela (I) Auge y caída hasta nuevo aviso |  PolítiKa UCAB

 

Cerebro Humano Con Bandera Venezolana Investigación Científica Y Educación  En Venezuela Concepto, Renderización 3D Stock de ilustración - Ilustración  de humano, naturalizado: 196752077

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